Llegar hasta el mirador es algo agotador por las pendientes y el calor en verano, pero la recompensa es disfrutar hermoso paisajes y observar a los cóndor dejándose llevar por las corrientes de aire
Llegar hasta el mirador es algo agotador por las pendientes y el calor en verano, pero la recompensa es disfrutar hermoso paisajes y observar a los cóndor dejándose llevar por las corrientes de aire